Lo esencial de lo que dijo Trump al promulgar la GENIUS Act (18-jul-2025)

En la ceremonia de firma en la Casa Blanca, Donald Trump presentó la GENIUS Act como un hito histórico para dar “reglas claras” a los stablecoins y normalizar su uso en pagos cotidianos. Subrayó que la ley es “buena para el dólar y para el país”, y la calificó como una validación del esfuerzo de la industria reunida ese día.

Planteó un objetivo político-económico nítido: hacer de EE. UU. la “capital cripto del mundo” y recuperar liderazgo tecnológico y financiero desde Washington. Ese mensaje de liderazgo en cripto fue eje de su intervención y lo repitieron sus aliados en el estrado.

Sobre el diseño de la ley, insistió en que los stablecoins están “respaldados por dólares” y que su expansión elevará la demanda de T-Bills, lo que —según él— contribuiría a bajar tasas y a blindar la condición del dólar como moneda de reserva por generaciones. Vinculó también el debate con la competencia geopolítica (p. ej., BRICS).

Anunció y reiteró definiciones de política pública: prometió no permitir un CBDC (moneda digital del banco central) en EE. UU., recordó que ya firmó una orden ejecutiva que lo prohíbe y pidió convertir esa prohibición en ley permanente. También afirmó haber “desarmado” la supuesta Operation Choke Point 2.0 contra cripto, indultó a Ross Ulbricht y dijo haber creado una Reserva Estratégica de Bitcoin y un acervo federal de criptoactivos mediante órdenes ejecutivas previas.

En el plano político, agradeció el trabajo bipartidista en el Congreso y nombró a David Sacks como “AI and Crypto Czar” de la Casa Blanca, destacando su rol para destrabar los votos en las últimas horas. Remarcó que la GENIUS Act superó resistencias y envía una señal de certidumbre al mercado.

El tono osciló entre la épica legislativa y momentos de showman: llegó a bromear que “le pusieron mi nombre” a la ley. En síntesis, su mensaje central combinó liderazgo del dólar, innovación doméstica, pagos más rápidos y baratos y un marco regulatorio pro-mercado para stablecoins como palanca de competitividad financiera de EE. UU.